Constelaciones Flow, nueva metodología
En esta nueva metodología terapéutica aprenderás lo útil de conocer los obstáculos que se nos presentan. Muchas veces los consideramos como parte del camino, y otras tantas, nos provocan malestar y representan un impedimento para poder fluir en las diferentes áreas de nuestra vida.
Pero el obstáculo, es esa parte del camino que nos fortalece y que nos requiere despertar recursos que de otra manera no utilizaríamos.
¿Qué es la teoría del flow?
La teoría del flow o teoría del flujo implica sacrificar los recursos que solemos destinar a la atención periférica en otra centrada y sostenida; un “sacrificio” que redunda en bienestar emocional.
Existen varias dimensiones necesarias para que se dé la experiencia de fluir. Es necesario contar con un objetivo definido. También es más probable cuando nuestra capacidad está ajustada al nivel que demanda la tarea.
Hay una unión de conciencia y acción. Tenemos percepción de control de lo que hacemos, es decir, no nos produce ansiedad ni pensamos en el fracaso. La consciencia desaparece. El ego se desvanece. Tenemos una percepción alterada del espacio temporal.
¿Pero qué es en realidad lo que nos sucede cuando fluimos? Las investigaciones nos dicen que es una experiencia psicológica más que física. Y nuestro cerebro y su funcionamiento tienen mucho que ver en esto. Se han identificado diferentes áreas involucradas en el estado de Flow. Nuestra corteza prefrontal es la encargada de evaluar riesgos, planificar, analizar pensamientos, suprimir los impulsos, solucionar problemas y tomar decisiones. Hay una zona en este área asociada a sentimientos negativos hacia uno mismo, la corteza prefrontal media.
Esta última, junto a la amígdala que es la que procesa los sentimientos negativos surgidos de las experiencias, ambas, quedan desinhibidas cuando entramos en estado de flujo. La distorsión del tiempo se da en el lóbulo parietal. Por el contrario, el área cerebral asociada a la motivación, parte del núcleo acumbens. se activa cuando entramos en flow. También parecen activarse áreas vinculadas a la percepción de control que tenemos en estado de flujo.
Se estimula la producción de endorfinas, como en la meditación, y se reduce con ello el miedo y se crea sensación de euforia. Aumenta los niveles de GABA, un neurotransmisor que amplifica la concentración al disminuir la percepción de los estímulos exteriores.